Por Gerolis Lagrange.- Diversos sectores sociales, educativos, religiosos y comunitarios se han unido para manifestar su rechazo a los planes de explotación minera en San Juan, alegando que la actividad pondría en grave riesgo los recursos naturales y el sustento agrícola de la región.
Entre las voces que se han sumado a la protesta está la del reconocido activista político y defensor del medioambiente, Fidelio Despradel, quien calificó de inadmisible que se permita una mina en una zona clave para la producción agrícola nacional.
“Esta es una zona agrícola, una zona muy rica en la República Dominicana, y una mina no sólo va a contaminar las aguas, sino que va a frenar el agua que necesita el valle de San Juan para seguir siendo abastecedor de comida y recursos para el pueblo dominicano”, expresó Despradel durante una concentración junto a comunitarios.
También se pronunció Francis Ramírez, representante de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) en San Juan Este, quien, junto a Despradel, hizo un llamado directo al presidente de la República, Luis Abinader, para que cumpla su promesa de campaña de no permitir proyectos que dañen el medioambiente.
El movimiento ha adoptado el lema “No queremos oro, queremos agua”, como símbolo de su preocupación por el impacto que la minería tendría sobre las fuentes acuíferas del valle, una zona vital para la agricultura del sur del país.
Desde el ámbito religioso, el padre Santos Cabral Luciano, en representación de la Iglesia Católica, también expresó su respaldo a la causa ambientalista, destacando la necesidad de preservar el agua y la tierra para las futuras generaciones.
Las manifestaciones se enmarcan en una creciente movilización ciudadana en contra de proyectos extractivos que amenazan zonas ecológicamente sensibles. San Juan, considerado uno de los principales polos agrícolas de República Dominicana, ha sido epicentro de numerosas campañas en defensa del medioambiente en los últimos años
